
Hola gente, cómo están? Espero que muy bien. Les quiero dar la bienvenida a todos aquellos que recién entran o que hace poquito entraron al blog y tuvieron la oportunidad de leer alguna de mis notas. Agradecimientos a todos aquellos que vienen siguiendo la lectura de cada publicación y a todos aquellos que realizaron críticas constructivas.
Acuérdense que al final de cada artículo publicado pueden dejar un comentario, o bien, si prefieren hacerlo de manera privada, pueden mandarme un email a gori.gorin@gmail.com
Quería comentarles que el tema que voy a abordar hoy no lo voy a concluir en esta misma nota, sino que lo voy a continuar en publicaciones posteriores. Esto lo hago para hacer las notas menos extensas y más fáciles de seguir.
El gran tema en cuestión, entonces es, el sistema digestivo.
El sistema digestivo consta de un tracto digestivo, es decir, una serie de conductos por donde los alimentos viajan y sufren modificaciones, que comienza en la boca (lugar de ingreso) y concluye en el conducto y esfínter anal. A este tracto digestivo se le suman una serie de glándulas que vierten sus secreciones en el mismo y que contribuyen a la digestión.
La función del sistema digestivo consta en obtener de los alimentos todas aquellas sustancias que nuestro organismo necesita para cumplir sus funciones vitales. Empecemos el recorrido para ver como lo hace:
La boca es el lugar de ingreso de los alimentos, donde son cortados y triturados por medio de la masticación. En la boca también encontramos los primeros órganos anexos del sistema: Las glándulas salivales. Existen 3 y son llamadas: Glándula Parótida, Glándula Submaxilar y Glándula Sublingual. Las 3 producen saliva, y esta última tiene la función de lubricar y comenzar la digestión de los alimentos, entre otras.
¿Qué es lo más importante de todo esto?
Hay que tomarse el tiempo que sea necesario para masticar correctamente. Una buena masticación me permite triturar bien los alimentos y mezclarlos correctamente con la saliva. Otra cosa para tener en cuenta es que se debe masticar con la boca cerrada, y no se debe hablar mientras ocurre este proceso, de no hacerlo el aire puede ingresar en nuestro tracto digestivo y hacernos sentir malestar.
Luego de la masticación, el bolo alimenticio es llevado hacia la región posterior de la lengua y se envía una señal nerviosa que desencadena la deglución (más bien conocido como el acto de tragar). En la deglución hay una gran coordinación de músculos, que impiden que el bolo alimenticio regrese a la boca, o se dirija a hacia las vías aéreas, por lo que no queda otra opción más que pasar por la faringe y entrar al esófago previamente relajado.
El esófago es un conducto muscular, que viaja desde el cuello hasta el abdomen, y que trasporta los alimentos hasta el estómago. Para ello realiza una serie de contracciones y relajaciones musculares coordinadas que en conjunto producen un movimiento que hace avanzar al bolo alimenticio. Estos movimientos reciben el nombre de movimientos peristálticos. El bolo alimenticio tarda de 6 a 9 seg. en pasar por el esófago y llegar hasta el estómago.
Cuando el bolo alimenticio llega al estómago, este último se relaja permitiendo aumentar el volumen, y en efecto, más capacidad de carga (máximo 2 lts.). Al mismo tiempo, las paredes comienzan a secretar ácido y otras sustancias que contribuyen a la digestión de los alimentos. Sumado a la acción del ácido estomacal y de las enzimas digestivas, el estómago realiza una serie de contracciones que tienen por función triturar los alimentos, tamizarlos, y luego evacuarlos hacia el intestino
¿Qué quiere decir esto?
El estómago tiene un esfínter de ingreso llamado Cardias (por donde llega el esófago) y un esfínter de egreso llamado Píloro (por donde comienza el intestino delgado). El Píloro no deja pasar sustancias que tengan más de 2 mm de diámetro, quiere decir que a los alimentos que no fueron masticados correctamente y tienen más de 2 mm de diámetro, el estómago tiene que triturarlos hasta llevarlos al diámetro mínimo. Por lo tanto una masticación deficiente lleva a un aumento del trabajo estomacal y un retardo en el vaciamiento gástrico. A su vez, un retardo en el vaciamiento gástrico conlleva a un aumento de la secreción ácida. Y en este punto aparece algo muy frecuente en la actualidad, la acidez.
La acidez es esa sensación de ardor horrible que se siente en la parte superior del abdomen y que parece llegar hasta el pecho y el cuello. Sentimos esto porque parte del ácido estomacal refluye hacia el esófago. Las paredes del estómago están preparadas para soportar el ácido, pero las del esófago no, entonces se lastima y nos alerta con la sensación esa.
Lo cierto es que no existe una sola causa de la acidez. Influye lo que les comenté anteriormente sobre la masticación. Influye el tipo de alimentos ingeridos y la cantidad de los mismos. Influye la posición del cuerpo. También hay personas que tienen una secreción excesiva de ácido por otros motivos, así como también hay personas en las cuales el Cardias no funciona bien y deja escapar más ácido al esófago de lo que debería.
¿Qué es lo que podemos hacer nosotros para prevenirlo? En primer lugar masticar bien y comer tranquilo, dejando por lo menos 11 segundos entre deglución y deglución. En segundo lugar no irse a acostar o a dormir inmediatamente luego de la comida, es recomendable esperar alrededor de 2 hs después de iniciada la comida. Dormir con una inclinación de por lo menos 15° con respecto al eje de la cama. Cuidarse de no ingerir demasiados alimentos y bebidas que aumenten la acidez, como las gaseosas, el café, el mate, los cítricos, las frituras, etc. El humo del cigarrillo que entra al tracto digestivo debilita al Cardias, dejar de fumar siempre es una buena opción.
En caso de acidez, el esófago inmediatamente lo detecta y al hacerlo produce movimientos peristálticos para llevar el ácido de nuevo hacia el estómago. Algo que podemos hacer para ayudarlo es tragar saliva repetidas veces (cuidado de no tragar aire). La saliva ayuda a amortiguar el efecto del ácido estomacal.
Aquellas personas que padezcan de acidez frecuente se les recomienda hacer una consulta médica para establecer las causas de la misma y proceder con un correcto tratamiento. En la actualidad hay muy buenos, efectivos y accesibles tratamientos para prevenir y remediar este tipo de afecciones.
Por ahora nos detenemos con el viaje por el tracto digestivo. En la próxima seguimos recorriendo a este hermoso sistema.
Nos encontramos en la próxima publicación!

