miércoles, 25 de agosto de 2010

Viaje Digestivo 1


Hola gente, cómo están? Espero que muy bien. Les quiero dar la bienvenida a todos aquellos que recién entran o que hace poquito entraron al blog y tuvieron la oportunidad de leer alguna de mis notas. Agradecimientos a todos aquellos que vienen siguiendo la lectura de cada publicación y a todos aquellos que realizaron críticas constructivas.
Acuérdense que al final de cada artículo publicado pueden dejar un comentario, o bien, si prefieren hacerlo de manera privada, pueden mandarme un email a gori.gorin@gmail.com

Quería comentarles que el tema que voy a abordar hoy no lo voy a concluir en esta misma nota, sino que lo voy a continuar en publicaciones posteriores. Esto lo hago para hacer las notas menos extensas y más fáciles de seguir.

El gran tema en cuestión, entonces es, el sistema digestivo.

El sistema digestivo consta de un tracto digestivo, es decir, una serie de conductos por donde los alimentos viajan y sufren modificaciones, que comienza en la boca (lugar de ingreso) y concluye en el conducto y esfínter anal. A este tracto digestivo se le suman una serie de glándulas que vierten sus secreciones en el mismo y que contribuyen a la digestión.

La función del sistema digestivo consta en obtener de los alimentos todas aquellas sustancias que nuestro organismo necesita para cumplir sus funciones vitales. Empecemos el recorrido para ver como lo hace:

La boca es el lugar de ingreso de los alimentos, donde son cortados y triturados por medio de la masticación. En la boca también encontramos los primeros órganos anexos del sistema: Las glándulas salivales. Existen 3 y son llamadas: Glándula Parótida, Glándula Submaxilar y Glándula Sublingual. Las 3 producen saliva, y esta última tiene la función de lubricar y comenzar la digestión de los alimentos, entre otras.

¿Qué es lo más importante de todo esto?
Hay que tomarse el tiempo que sea necesario para masticar correctamente. Una buena masticación me permite triturar bien los alimentos y mezclarlos correctamente con la saliva. Otra cosa para tener en cuenta es que se debe masticar con la boca cerrada, y no se debe hablar mientras ocurre este proceso, de no hacerlo el aire puede ingresar en nuestro tracto digestivo y hacernos sentir malestar.

Luego de la masticación, el bolo alimenticio es llevado hacia la región posterior de la lengua y se envía una señal nerviosa que desencadena la deglución (más bien conocido como el acto de tragar). En la deglución hay una gran coordinación de músculos, que impiden que el bolo alimenticio regrese a la boca, o se dirija a hacia las vías aéreas, por lo que no queda otra opción más que pasar por la faringe y entrar al esófago previamente relajado.

El esófago es un conducto muscular, que viaja desde el cuello hasta el abdomen, y que trasporta los alimentos hasta el estómago. Para ello realiza una serie de contracciones y relajaciones musculares coordinadas que en conjunto producen un movimiento que hace avanzar al bolo alimenticio. Estos movimientos reciben el nombre de movimientos peristálticos. El bolo alimenticio tarda de 6 a 9 seg. en pasar por el esófago y llegar hasta el estómago.

Cuando el bolo alimenticio llega al estómago, este último se relaja permitiendo aumentar el volumen, y en efecto, más capacidad de carga (máximo 2 lts.). Al mismo tiempo, las paredes comienzan a secretar ácido y otras sustancias que contribuyen a la digestión de los alimentos. Sumado a la acción del ácido estomacal y de las enzimas digestivas, el estómago realiza una serie de contracciones que tienen por función triturar los alimentos, tamizarlos, y luego evacuarlos hacia el intestino
¿Qué quiere decir esto?
El estómago tiene un esfínter de ingreso llamado Cardias (por donde llega el esófago) y un esfínter de egreso llamado Píloro (por donde comienza el intestino delgado). El Píloro no deja pasar sustancias que tengan más de 2 mm de diámetro, quiere decir que a los alimentos que no fueron masticados correctamente y tienen más de 2 mm de diámetro, el estómago tiene que triturarlos hasta llevarlos al diámetro mínimo. Por lo tanto una masticación deficiente lleva a un aumento del trabajo estomacal y un retardo en el vaciamiento gástrico. A su vez, un retardo en el vaciamiento gástrico conlleva a un aumento de la secreción ácida. Y en este punto aparece algo muy frecuente en la actualidad, la acidez.

La acidez es esa sensación de ardor horrible que se siente en la parte superior del abdomen y que parece llegar hasta el pecho y el cuello. Sentimos esto porque parte del ácido estomacal refluye hacia el esófago. Las paredes del estómago están preparadas para soportar el ácido, pero las del esófago no, entonces se lastima y nos alerta con la sensación esa.
Lo cierto es que no existe una sola causa de la acidez. Influye lo que les comenté anteriormente sobre la masticación. Influye el tipo de alimentos ingeridos y la cantidad de los mismos. Influye la posición del cuerpo. También hay personas que tienen una secreción excesiva de ácido por otros motivos, así como también hay personas en las cuales el Cardias no funciona bien y deja escapar más ácido al esófago de lo que debería.

¿Qué es lo que podemos hacer nosotros para prevenirlo? En primer lugar masticar bien y comer tranquilo, dejando por lo menos 11 segundos entre deglución y deglución. En segundo lugar no irse a acostar o a dormir inmediatamente luego de la comida, es recomendable esperar alrededor de 2 hs después de iniciada la comida. Dormir con una inclinación de por lo menos 15° con respecto al eje de la cama. Cuidarse de no ingerir demasiados alimentos y bebidas que aumenten la acidez, como las gaseosas, el café, el mate, los cítricos, las frituras, etc. El humo del cigarrillo que entra al tracto digestivo debilita al Cardias, dejar de fumar siempre es una buena opción.

En caso de acidez, el esófago inmediatamente lo detecta y al hacerlo produce movimientos peristálticos para llevar el ácido de nuevo hacia el estómago. Algo que podemos hacer para ayudarlo es tragar saliva repetidas veces (cuidado de no tragar aire). La saliva ayuda a amortiguar el efecto del ácido estomacal.

Aquellas personas que padezcan de acidez frecuente se les recomienda hacer una consulta médica para establecer las causas de la misma y proceder con un correcto tratamiento. En la actualidad hay muy buenos, efectivos y accesibles tratamientos para prevenir y remediar este tipo de afecciones.

Por ahora nos detenemos con el viaje por el tracto digestivo. En la próxima seguimos recorriendo a este hermoso sistema.
Nos encontramos en la próxima publicación!

jueves, 12 de agosto de 2010

Rojo Sangre



Hola gente! Cómo están? Nuevamente gracias por los comentarios y por las visitas! Ya estamos arriba de las 350! Me alegra que haya interés en algo tan importante como lo es la salud y la prevención. Sigan así!

En esta nota del día de la fecha les quiero hablar un poco sobre la sangre. Es un tema muy lindo y en parte muy cotidiano.
Seguramente ya hayan leído algo sobre la sangre en notas anteriores, y seguramente la seguiré mencionando ya que es imposible no referirla a la hora de hablar del cuerpo humano.

Empecemos preguntándonos ¿qué es la sangre?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que cuando hablamos de sangre, hablamos de un tejido más en el organismo, y no una simple sustancia que tenemos dentro. Este tejido está formado por una parte celular (los elementos formes o elementos figurados de la sangre) y una parte no celular o plasmática.
Si tuviéramos sangre en un recipiente y le sacamos todos los elementos formes de ella, nos quedaría un líquido translúcido, un poco amarillento, llamado plasma.

El plasma es casi en su totalidad agua, pero tiene en solución muchísimas sustancias importantes para el organismo tales como proteínas (la albúmina es la que está en mayor proporción), electrolitos (como el sodio, el potasio y el cloro), y otras moléculas orgánicas (como la glucosa, las grasas, etc).

Los elementos formes de la sangre se clasifican en:

* Glóbulos Rojos o Eritrocitos
* Plaquetas o Trombocitos.
* Glóbulos Blancos o Leucocitos, los cuales se dividen en: Granulocitos Neutrófilos, Granulocitos Eosinófilos, Granulocitos Basófilos, Linfocitos y Monocitos.

El 55% de la sangre es plasma, el restante 45% está constituido por los elementos formes, siendo 44% de glóbulos rojos y 1% entre glóbulos blancos y plaquetas. Prácticamente es todo plasma y glóbulos rojos ¿no?

¿Dónde se produce la sangre?

La parte celular, en el adulto, se produce en la médula ósea (la parte profunda de los huesos), más que nada en el esternón, el hueso de la cadera (hueso coxal), las vértebras, el brazo (húmero) y el muslo (fémur). Vean la fotito para ubicarse mejor.
El proceso por el cual las células sanguíneas son producidas se llama Hematopoyesis. Tanto los eritrocitos, como trombocitos y leucocitos se producen y maduran dentro de la médula ósea. Un tipo de leucocitos llamado linfocitos se desarrollan en la médula ósea y luego migran a otros órganos como el Timo o el Bazo, donde se siguen desarrollando y forman colonias de nuevos linfocitos.

Un eritrocito tarda alrededor de 7 días en producirse y madurar, y tienen una vida media de aproximadamente 120 días. El recuento normal de eritrocitos en sangre es de alrededor de 4.5 millones x mm3, variando por sexo, edad, tamaño y región donde se habite.

Un leucocito tarda entre 5 y 10 días en producirse (según de qué tipo celular se trate) y suelen vivir unas pocas horas. La gran mayoría de los leucocitos ni bien son liberados a la circulación, a la hora ya abandonaron el torrente sanguíneo y se van hacia otros tejidos donde tienen una corta vida. No es así el caso de los linfocitos, los cuales circulan o se quedan en un ganglio linfático, en el bazo, o en el timo, y pueden vivir años. El recuento normal de leucocitos en sangre es de alrededor de 7000 x mm3 siendo la mayor cantidad granulocitos neutrófilos y linfocitos en segundo lugar.

Los trombocitos se crean y se destruyen constantemente. Un paciente con una pérdida aguda de plaquetas tarda alrededor de 5 días en reponerlas y tienen una vida relativamente corta dentro del torrente sanguíneo. El recuento normal de trombocitos en sangre es entre 150.000 y 300.000 x mm3.

La parte plasmática, es en mayor proporción agua, por lo cual la incorporación y eliminación de la misma es lo que determina la composición de la sangre. Lo mismo ocurre con los electrolitos. Hay un órgano importantísimo, el riñón, el cual es el encargado de mantener el equilibrio de agua y electrolitos del organismo, manteniendo constante su participación en la composición de la sangre.

Por otro lado las proteínas plasmáticas son producidas casi en su totalidad por otro órgano indispensable para la vida, el hígado, y son las responsables de la gran variedad de funciones que puede llevar a cabo la sangre.

Por último, ciertas moléculas orgánicas como la glucosa, y las grasas son incorporadas al organismo y a la sangre por medio de la alimentación, pero también existen reservorios de estas sustancias: el hígado y el músculo almacenan glucosa como glucógeno, el tejido adiposo almacena grasas.

Así como la sangre es creada, también se destruye, ya que sus componentes envejecen y mueren, para luego ser renovados una y otra vez.
En el caso del plasma, el riñón es el encargado de depurarlo de desechos y electrolítos de más. Estos desechos son eliminados posteriormente por la orina.
En el caso de las células sanguíneas, ocurre un proceso llamado Hemocateresis, en el cual la sangre es depurada de células viejas (especialmente glóbulos rojos). Tanto el hígado, como el bazo y en menor medida la médula ósea, realizan Hemocateresis. Lo que sucede en este proceso es que los glóbulos rojos viejos carecen de la flexibilidad de los jóvenes y entonces quedan atrapados dentro de estos órganos, donde otras células específicas se los comen y los digieren.

El resultado de la destrucción del glóbulo rojo es:
Bilirrubina (que es llevada al hígado, se procesa, se almacena en la vesícula biliar, y se excreta por las heces), hierro y proteínas (que son re utilizados para formar nuevos glóbulos rojos en médula ósea).

Bueno ya sabemos qué es la sangre, de dónde viene y a dónde va, pero ¿Para qué sirve?
Esa es una pregunta con muchísimas respuestas y cada una más importante que la otra, pero por una cuestión de practicidad voy a mencionar brevemente cada una:

* Transporte de Gases como el dióxido de carbono y el oxígeno (función realizada por los Eritrocitos).
* Transporte de nutrientes, desechos, hormonas y vitaminas (función realizada por proteínas plasmáticas).
* Transporte de calor y Mantenimiento del pH y de la presión oncótica (función que se ejerce gracias a fuerzas físico-químicas).
* Protección: Inmunidad e inflamación (función realizada por leucocitos, cada tipo tiene una función específica, y proteína plasmáticas).
* Coagulación o Hemostasia: (función realizada por trombocitos y proteínas plasmáticas).

Como podrán ver, la sangre es una gran trabajadora y es indispensable su integridad para gozar de una buena salud. No es para nada complejo mantener nuestra sangre a punto. Generalmente nuestro cuerpo se encarga de hacer todo por sí mismo, solamente nosotros tenemos que brindarle los materiales.

El hígado y el riñón prácticamente se encargan del mantenimiento del plasma. Sólo tenemos que brindarles mucha agua, proteínas, y sales en su justa medida. Ahora bien el consumo de alcohol y sales en exceso son enemigos de estos órganos.

Con respecto a las células sanguíneas, vamos a referirnos más que nada a los eritrocitos (ya que componen el 44% de nuestra sangre), la médula ósea se encarga de producirlos. Para ello requiere principalmente de 3 componentes:
Acido fólico (se obtiene de vegetales verdes, frutas y semillas), Vitamina B12 (se obtiene principalmente de las carnes) y Hierro (que se obtiene principalmente de las carnes rojas).
Este último es indispensable para la formación de la Hemoglobina en el eritrocito.

La hemoglobina constituye el 95% de la proteína total del eritrocito, y es la que cumple la función de transportar gases en esta célula sanguínea (además de brindarle a la sangre esa coloración rojiza característica). En 100 ml de sangre hay una concentración:
En hombres de 13 a 17 g de hemoglobina.
En mujeres de 12 a 16 g de hemoglobina.

Si ese valor llega a disminuir de ese rango, se dice que hay anemia. A diferencia de lo que mucha gente cree, la anemia no se debe a una falta de glóbulos rojos, sino a la falta de hemoglobina. Podemos tener un recuento normal de glóbulos rojos, pero deficiencia de hemoglobina, y en ese caso se hablaría de una anemia.

Hoy en día es muy frecuente escuchar de anemias por deficiencia de hierro y se puede evitar con una buena alimentación.
Hay ciertas anemias, que tienen un origen genético y que afectan directamente la producción en la médula ósea, y en ese caso se debe seguir un tratamiento específico. Nunca pasar por alto una anemia!

Es recomendable hacerse exámenes de sangre como mínimo 1 vez por año, y llévenle directamente los resultados a su médico. No intenten autodiagnosticarse, no hagan trampa che!

Así doy cierre a esta nota, espero que se haya entendido todo, y si creen que es muy largo o muy difícil de entender y seguir, comenten así pueden orientarme en cómo continuar desarrollando los temas.
Saludos!


(Fuente de las imágenes: www.donacion.organos.ua.es
www.edubuzz.org )